Objetivo
La nitruración es un proceso termoquímico de endurecimiento superficial en el que por absorción de nitrógeno, se consiguen durezas extraordinarias en la periferia de las piezas de acero.
Proceso
Las piezas después de templadas y revenidas se colocan dentro de un horno, en el cual se mantiene una temperatura muy próxima a 500°C. Al calentarse el amoníaco a esas temperaturas, se disocia, según la siguiente reacción: 2NH3=N2+3H2, formándose nitrógeno atómico, que se combina con el aluminio, cromo, molibdeno, y hierro de los aceros formando nitruros en la capa periférica.
Características
•Los objetos que se desea nitrurar son siempre templados y revenidos antes de la nitruración, para que el núcleo central quede con una resistencia elevada y sea capaz de resistir, durante el trabajo, las grandes presiones que le transmitirá la capa exterior dura.
•Como después de la nitruración las piezas quedan ya duras superficialmente, no es necesario enfriarlas rápidamente desde elevada temperatura, evitándose las deformaciones por enfriamiento.
•La nitruración no modifica las características que se han obtenido previamente en el núcleo por temple y revenido, siempre que este último no haya sido hecho a temperatura superior a 500°C.
•Por ser la temperatura de nitruración relativamente baja, no hay aumento del tamaño del grano y tampoco es necesario someter las piezas nitruradas a ningún tratamiento de regeneración posterior.
•Después de la nitruración, se consiguen una dureza superficial elevadísimo.
•Los aceros, después de la nitruración, resisten mejor la acción corrosiva del agua, vapor o atmósfera húmeda que los aceros ordinarios.
•Durante la nitruración se pueden proteger perfectamente las superficies de las piezas que no se desean endurecer dejando libres para nitrurar exclusivamente las zonas que deben quedar duras.
•Las capas nitruradas conservan gran dureza hasta los 500°C, especialmente cuando la duración del calentamiento no es muy prolongada.