El principal motivo por el que no usaría acrílico para fabricar el parabrisas de un avión es porque tiene una dureza similar a la del aluminio y su superficie se raya fácilmente. Debemos tener en cuenta que los aviones viajan a velocidades considerablemente altas y en el medio que se mueven hay partículas que impactan fuertemente contra el parabrisas y generan rayas que pueden dificultar la visión del piloto.