Los termofraguantes se producen a partir de un tratamiento térmico que origina el entrecruzamiento covalente entre las cadenas moleculares contiguas. Estos enlaces dificultan los movimientos de vibración y de rotación de las cadenas a elevadas temperaturas. Por tanto, los termofraguantes no se puede reciclar porque al recibir calor se endurecen y cuando la temperatura es excesivamente alta el polímero inmediatamente se degrada de manera irreversible al romperse lo enlaces de la estructura.