Los materiales poliméricos se deterioran por procesos fisicoquímicos y no corrosivos. Las largas exposiciones en líquidos originan degradación por hinchamiento y disolución. En el hinchamiento, las moléculas de soluto se introducen entre la estructura molecular del polímero. La escisión o rotura de los enlaces de la cadena molecular se inducen por radiación, reacción química o calor. De esta acción resulta disminución de peso molecular y deterioro de las propiedades físicas y químicas del polímero.