En el modelo clásico de la conductividad eléctrica en los sólidos metálicos, los electrones de valencia se consideran completamente libres para moverse entre los iones positivos de la red metálica. A temperatura ambiente los iones positivos poseen energía cinética y vibracional en tomo a sus posiciones de equilibrio en la red. Al aumentar la temperatura estos iones vibran con amplitudes crecientes y hay un intercambio continuo de energía entre los iones positivos y los electrones de valencia. En ausencia de potencial eléctrico, el movimiento de los electrones de valencia es aleatorio y restringido, de forma que no existe flujo neto de electrones en ninguna dirección. Al aplicar un potencial eléctrico los electrones alcanza una velocidad directamente proporcional al campo aplicado y se desplazan en dirección opuesta al campo.